El himno nacional de Honduras, una pieza musical rica en historia y significado, ha desempeñado un papel fundamental en la identidad del país centroamericano desde su adopción oficial el 15 de septiembre de 1915. Su letra, escrita por Augusto Constancio Coello, y su emotiva música, compuesta por Carlos Hartling, encapsulan los valores y la determinación del pueblo hondureño.
Historia
La historia del himno de Honduras se remonta al período posterior a la independencia en 1838, cuando se utilizaba un himno anterior. Sin embargo, fue en 1915 que se organizó un concurso nacional para seleccionar un nuevo himno. Carlos Hartling emergió como el ganador del concurso, y junto con la poesía de Constancio Coello, crearon la composición que conocemos hoy.
Letra y Significado
La letra del himno refleja el espíritu indomable de Honduras y su compromiso con la libertad. En sus versos, se exalta la valentía del pueblo y la llamada a la unidad en la lucha por la justicia. La melodía acompaña de manera magistral estas palabras, creando una pieza que inspira patriotismo y orgullo nacional en cada interpretación.
Interpretación y Celebración
El himno nacional de Honduras se interpreta con solemnidad en eventos patrios, ceremonias cívicas y actos oficiales. Su presencia es especialmente destacada durante las celebraciones del Día de la Independencia, donde resuena en todo el país como un recordatorio de la historia y los logros alcanzados.
Datos Curiosos
La música del himno fue seleccionada mediante un concurso nacional, en el cual Carlos Hartling resultó ganador.
La letra original del himno consta de siete estrofas, aunque comúnmente se cantan solo la primera y la última.
El himno se canta en eventos patrios y ceremonias oficiales como muestra de respeto y devoción a Honduras.
La partitura original se encuentra resguardada en el Archivo Nacional de Honduras, siendo un tesoro cultural del país.
En resumen, el himno nacional de Honduras no solo es una composición musical, sino un símbolo que une a la nación en su historia, valores y aspiraciones. Su resonancia perdura a lo largo del tiempo, recordándonos la importancia de la identidad y la unidad en la construcción del futuro de Honduras.
Himno Nacional de la República de Honduras
CORO
Tu bandera es un lampo de cielo
por un bloque de nieve cruzado;
y se ven en su fondo sagrado
cinco estrellas de pálido azul;
en tu emblema, que un mar rumoroso
con sus ondas bravías escuda,
de un volcán, tras la cima desnuda
hay un astro de nítida luz.
ESTROFA 1
India virgen y hermosa dormías.
De tus mares al canto sonoro,
cuando echada en tus cuencas de oro
el audaz navegante te hallo
y al mirar tu belleza extasiado
al influjo ideal de tu encanto
la orla azul de tu espléndido manto
con su beso de amor consagró.
ESTROFA 2
De un país donde el sol se levanta
más allá del atlante azulado
aquel hombre te había soñado
y en tu busca a la mar se lanzó
Cuando erguiste la pálida frente
en la viva ansiedad de tu anhelo
bajo el dombo gentil de tu cielo
ya flotaba un extraño pendón.
ESTROFA 3
Era inútil que el indio tu amado
se aprestara a la lucha con ira
porque envuelto en su sangre Lempira
en la noche profunda se hundió
y de la épica hazaña, en memoria
la leyenda tan sólo ha guardado
de un sepulcro el lugar ignorado
y el severo perfil de un peñón.
ESTROFA 4
Por tres siglos tus hijos oyeron
el mandato imperioso del amo
por tres siglos tu inútil reclamo
en la atmósfera azul se perdió
pero un día de gloria tu oído
percibió, poderoso y distante
que allá lejos, por sobre el atlante
indignado rugía un león
ESTROFA 5
Era Francia, la libre, la heroica,
que en su sueño de siglos dormida
despertaba iracunda a la vida
al reclamo viril de Dantón;
era Francia que enviaba a la muerte
la cabeza del rey consagrado
y que alzaba, soberbia a su lado
el altar de la diosa razón.
ESTROFA 6
Tú también ¡Oh mi patria! te alzaste
de tu sueño servil y profundo;
tú también enseñaste al mundo
destrozado el infame eslabón.
Y en tu suelo bendito, tras la alta
cabellera de monte salvaje
como un ave de negro plumaje
la colonia fugaz se perdió.
ESTROFA 7
Por guardar ese emblema divino
marcharemos ¡Oh patria! a la muerte;
generosa será nuestra suerte
si morimos pensando en tu amor.
Defendiendo tu santa bandera,
y en tus pliegues gloriosos cubiertos,
serán muchos, Honduras, tus muertos,
pero todos caerán con honor.